Les saludo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo esperando que se encuentren bien física y espiritualmente y sobre todo sirviendo al Señor con ánimo pronto.

Niñes y parte de mi adolescencia: (hasta los 15 años viví en guayaquil, 1992 – 2008)
en primer lugar, doy gracias a la providencia de Dios que me permitió nacer en un hogar con padres cristianos.
Siempre fuimos parte de reunirnos de dos a tres veces por semana en la iglesia, donde la semilla de la palabra de Dios era sembrada. Y a la edad de 12 años tomé la decisión de bautizarme y seguir los pasos de obediencia de mi Señor.
En la iglesia era parte del ministerio de evangelismo juvenil, donde viajábamos a diferentes lugares para realizar dramas y teatros evangelísticos con la iglesia.
En el 2008 por una decisión familiar tuvimos que viajar al Oriente Ecuatoriano, a la ciudad del Coca específicamente.

Parte de la adolescencia y juventud: (coca, Orellana. 2008 – 2014)
Desde el 2008 hasta el 2010 asistí a la Iglesia Bautista “La Paz De Dios” donde nos congregábamos toda la familia, pero al ser una iglesia bilingüe; es decir, quechua y castellano no entendía muy bien las enseñanzas. Pero Dios me fue guiando a una iglesia donde podía crecer espiritualmente.
En el 2011 conocí la Iglesia Bautista “Camino Hacia La Meta” una iglesia pequeña en ese entonces, pero poco a poco fue creciendo. y le doy gracias a Dios por permitirme ser parte de ese crecimiento a nivel personal y espiritual.
En el 2013 tuve la oportunidad de viajar a la ciudad de Quito a estudiar un año en palabra de vida, lugar donde Dios marcó mi vida para poder trabajar a tiempo completo en la obra misionera. Dejando mi trabajo en el aeropuerto “FRANCISCO DE ORELLANA” en la ciudad del Coca.

Trabajo misionero en NORORIENTE: (2015– 2021)
Realmente en los últimos 7 años Dios ha sido fiel y me ha sustentado por su gracia en todos los lugares donde el me permitido trabajar. Desde el 2015 he estado sirviendo a mi iglesia como misionero local y doy gracias a Dios por permitirme ser parte en su obra.

La voluntad de Dios no te llevará donde su gracia no te puede sostener. –Jim Elliot